jueves, 11 de mayo de 2017

Tabaquismo


Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata a cuatro millones de personas cada año y, si no se actúa, matará a diez millones en 2030, una cifra superior a la debida a cualquier otra causa puesto que se trata de una epidem .


En todo el mundo fuman hoy en día alrededor de 1.100 millones de personas y se prevé que, en 2025, el número supere los 1.600 millones. En lia que se está desplazando con rapidez hacia el mundo en desarrollo.os países con mayores niveles de ingreso, el hábito de fumar experimenta un descenso paulatino desde hace dos decenios entre los varones adultos, aunque sigue aumentando entre adolescentes y, sobre todo, mujeres jóvenes.


En los países de ingreso medio y bajo, por el contrario, el consumo de cigarrillos aumenta cada vez más, sobre todo entre varones jóvenes.

El hábito de fumar suele adquirirse en la juventud. En los países con mayores niveles de ingreso, alrededor de ocho de cada diez fumadores adquirieron el hábito en la adolescencia.

Muchos fumadores no conocen plenamente los altos riesgos de enfermedad y muerte prematura asociados a su elección. Casi todos los nuevos fumadores desestiman el riesgo de volverse adictos a la nicotina y menosprecian los costos futuros de su hábito de fumar.
Según la OMS, el tabaco crea una "dependencia psíquica fuerte y una dependencia física leve". Por ello, se trata de la forma más extendida de dependencia de una droga.

Efectos nocivos

Los efectos nocivos son causados por los componentes del humo del tabaco, que son la nicotina, el monóxido de carbono, las sustancias irritantes y los distintos compuestos cancerígenos, el principal de los cuales es el alquitrán.

· La nicotina es la sustancia química responsable de la dependencia del tabaco, del síndrome de abstinencia y del conjunto de molestias que se producen al dejar de fumar. Es el componente esencial que convierte al tabaco en una droga, puesto que las personas que fuman se vuelven rápidamente adictas a ella. A pesar de que sus propiedades adictivas son bien conocidas, a menudo se menosprecian.


El alquitrán está formado por un gran número de sustancias, algunas de ellas como los benzopirenos, con acción cancerígena.

· El monóxido de carbono es un gas integrante del humo del tabaco. Tiene una gran capacidad de combinación con la hemoglobina de la sangre, y hace disminuir su capacidad para transportar oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo, debido a lo cual, provoca, especialmente, trastornos de tipo nervioso y circulatorio.

Determinadas sustancias contenidas en los cigarrillos irritan las mucosas respiratorias y son las responsables de la tos típica de las personas que fuman.

Las repercusiones que el hábito de fumar tiene sobre la salud del fumador pueden ser muy graves y también pueden tenerlas los fumadores involuntarios. Es un error creer que los efectos negativos se limitan a una simple irritación que provoca tos o bronquitis.


Está perfectamente demostrado que la expectativa de vida de las personas que fuman es más baja que la de los no fumadores, guardando relación con el consumo diario y con la edad en que se empezó a fumar.



Efectos en el organismo


Al fumar... 

- La nicotina entra en la sangre a través de los pulmones y alcanza el sistema nervioso en sólo siete segundos.

- La nicotina actúa sobre los receptores de dopamina del cerebro.

- Las arterias y los venas se constriñen, por lo que se eleva la presión sanguínea. Se acelera el ritmo cardíaco.

Al dejar de fumar...

- 20 minutos. Se normalizan los niveles de presión sanguínea y pulso.

- 48 horas. Mejoran el olfato y el gusto, a la vez que disminuye el riesgo de ataque al corazón.

- Entre uno y nueve meses. Se reducen la tos, las congestiones, la fatiga y las dificultades respiratorias.
- Un año. El riesgo de sufrir un infarto de miocardio se reduce a la mitad con respecto a una persona que no haya fumado nunca.

Efectos nocivos para la salud

Efectos en los no fumadores 

El tabaco también afecta a la salud de los no fumadores. Los hijos de madres fumadoras nacen con peso más bajo, enfrentan mayores riesgos de enfermedad respiratoria y muestran mayor tendencia a sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante que los hijos de las no fumadoras.

En ambientes cerrados, las partículas que libera el humo del tabaco pueden depositarse en los pulmones de las personas que no fuman, es decir, fumadores involuntarios por lo que los efectos para su salud pueden ser prácticamente los mismos que se producen en el fumador activo.


Los riesgos para la salud

El aparato respiratorio es el sistema más dañado por el humo, que perjudica desde la cavidad bucal hasta los alveolos. De hecho, el tabaco es el responsable del 90% de los cánceres de pulmón en el hombre y del 75% de los que se producen en mujeres, aumentando también el riesgo de presentar cualquier tipo de cáncer, que oscila entre el 25 y el 30%.

El tabaco produce enfermedades mortales y discapacitantes y, en comparación con otras conductas de riesgo, supone una probabilidad de muerte prematura extraordinariamente alto. La mitad de los fumadores crónicos perderán la vida por causa del tabaco y la mitad de ellos morirán durante los años productivos de la edad madura y perderán de 20 a 25 años de vida.

Las enfermedades asociadas al tabaco son bien conocidas y comprenden la bronquitis crónica y el asma, los cánceres de pulmón y otros órganos (laringe, vejiga, cuello de útero...), la cardiopatía isquémica y otros trastornos circulatorios, diversas afecciones respiratorias como el enfisema, además de impotencia, infertilidad, malformaciones congénitas, aborto espontáneo.


¿Cómo dejar de fumar?Lo primero para dejar de fumar es pensar por qué se hace y si verdaderamente es del todo imprescindible. Es conveniente hacer un registro personal como fumador, primero para descubrir qué situaciones se asocian con la necesidad de fumar y después si se pueden evitar. Así, el consumidor puede comprobar que disminuirá el número de cigarrillos que se fuma y se comienza a controlar la urgencia de fumar.

El paso siguiente es elegir un día para dejar de fumar y anotarlo. Ese día, conviene levantarse un poco antes de lo habitual con el firme propósito de dejar de fumarsolo por hoy y hacer un poco de ejercicio respirando aire puro.

La persona fumadora debe procurar no comer abundantemente; es importante no quedarse quieto y hacer algo, siempre pensando que este cambio de hábitos no será duradero.


Consejos para abandonar el tabaco


· Hay que pensar en dejar de fumar solo por el día presente.

· Dejar de fumar es difícil pero no imposible; merece la pena dedicarle un tiempo y esfuerzo adicional.

· Comer muchas veces y poco cada vez, evitando el consumo de bebidas alcohólicas y excitantes, como el café o el té. Los zumos naturales, las verduras, las frutas y el pan integral son los mejores alimentos durante este periodo.

· El estado de la piel y la capacidad para distinguir sabores y olores mejorará notablemente con el abandono del consumo.
· La persona es la única capaz de dominar las situaciones de tensión sin necesidad de un cigarrillo.
· Los deseos intermitentes y muy fuertes de fumar son una constante durante los primeros días. Para vencerlos, lo mejor es relajarse y concentrarse en lo que se está haciendo. El deseo imperioso de fumar disminuye considerablemente después de la segunda o tercera semana.
· El riesgo de padecer enfermedades como cáncer de pulmón, infarto de miocardio y bronquitis decrece vertiginosamente cada día superado sin fumar.

· Ahorrar todo el dinero que antes se derrochaba en tabaco. Cuando se reúna una buena cantidad, regálese eso que siempre ha deseado.


· En algunos casos se puede engordar durante el proceso; no obstante, vigilando la dieta, será fácil eliminara esos kilos de más.

· Resulta beneficioso que el ex fumador se felicite por cada día que pase sin fumar.

· Pero lo más importante es no ceder nunca, ni siquiera por un solo cigarrillo.